¡¡¡A jugar!!!, y comienza a brincar como si de una cabrita loca se tratase. Y no para de hacer ruiditos mientras salta y juega con nuestras manos. Cuanto mas juega, mas nervioso se pone y sus redondas orejas se tornan de un rojo intenso, que vuelven a su estado normal, cuando se queda tranquilo y relajado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario