Desde el embarazo de Indy, esta gata ha entrado en cierta forma, a formar parte de la familia.
Le gusta andar por los tejados pero también busca el calor humano. Es tranquila y cariñosa y se hace querer. Por ahora, no ha atacado o intentado comerse a nuestro protagonista pero tampoco hay que fiarse demasiado.
Ambos tienen los mismos colores, es como si Mickey fuera su hijo secreto.